lunes, 21 de diciembre de 2015

La ROPA MOJADA también termina SECÁNDOSE



La secadora me ha dicho "hasta aquí podíamos llegar", así que voy a averiguar si puedo tender la ropa en la azotea. Estuve una vez y la verdad es que tiene vistas...
Si es que ya lo dicen "el que no se conforma es porque no quiere"... Así que hoy voy a tender la ropa al aire libre y disfrutar de las vistas de mi ciudad desde otra perspectiva, sonrío.
Mientras estoy allí, suben unos operarios para revisar los depósitos de agua.
"Buenos días." -Le digo a los operarios-
A ellos les he dado una sorpresa, porque he notado en sus caras que no es usual encontrarse con gente allí tendiendo ropa.
"Este también es un buen sistema de secar la ropa" -"me responde uno de los operarios-
Y yo correspondiendo a su gesto amable de poner un poquito de color al encuentro cruzo algunos comentarios con él.
Pienso que ha sido una buena idea subir y utilizar esa otra opción para secar mi ropa.
Si es que al final lo importante es no olvidar que "Hasta la ropa mojada termina secándose."


Plaf... "Si es que para bien o para mal... Nada es para siempre." Y mira que me ha costado aceptar, que esta  frase es… fantástica!!!

A veces vivimos algo malo o no tan bueno y pensamos que esos problemas o esas lágrimas pueden ser eternas.

Cuando eso me pasaba y se lo contaba a mi madre, ella sonreía y me decía:
Malenaaaaa Uishhh... todo se arreglará... cuantas VUELTAS da la VIDA”!!!

Ahora desde la experiencia de décadas cumplidas os sonrío yo a vosotros al escribiros eso... Simplemente... Porque es verdad!!!

Cuando estamos en esos momentos,  miramos a nuestro alrededor buscando si somos los únicos que tenemos preocupaciones. Ya sabéis que dicen eso de "mal de muchos consuelo de tontos"... pero pienso que aún así, hasta preferimos ser un poco tontos pero no ser los únicos.

Lo que es cierto es que a veces, ni la ropa, ni las lágrimas se se secan solas. Ni todo se arregla solo, ni siempre solos podemos arreglarlo todo.

Esta mañana escuchaba a mi admirada cantante Malú y en un estribillo de una de sus canciones dice : "Si una herida nos lastima es que algo bueno viene después".
¡Y pienso que es así!

Pero para qué algo bueno venga después, deberíamos acabar con el “luego voy”, “luego lo hago”, “luego lo pienso”...  sobre todo, si este luego es nunca habrá "luego".
Así que ya está bien! Sonrío.

Tal vez es el momento de dar ese portazo sonoro a nuestros miedos, y  sin prisas pero sin pausas, pongamos hilo a la aguja y nos cosamos ese dobladillo que anda un poco caído. 

Lo cierto es que al corazón no se le puede estar mintiendo, tiene la verdad grabada en cada latido y en cada latido nos va el vivir y el sentir la vida de verdad.

Está claro que no todas las situaciones son tan sencillas, ni todas admiten que puedas dar ese portazo y quedarte tan fresco.

Hay lazos que no solo unen sino atan y que desatar nudos lleva tiempo y ganas. Estos casos tal vez sean los únicos que nos invitan no a abrir puertas, sino simplemente a abrir ventanas para que no sea "Peor el remedio que la enfermedad".

Lo verdaderamente bueno es descubrir qué buscar y qué queremos encontrar para que realmente "eso" que nos preocupa no sea para siempre.

El otro día estaba "buscaba y no encontraba" una mermelada en la nevera. Sonrío...
La buscaba en primera fila, pero no estaba. Mis hijos habían hecho cambios y lejos de ponérmelo más fácil, me lo habían puesto más difícil. Ya no lo tenía en frente, pero descubrí que si lo tenía justo detrás de ese "en frente".

Y es que no todo está siempre en la primera fila, a mano, pero llegar a "ese bote de mermelada", es tan simple como apartar los obstáculos para llegar a él. Lo importante es que no caduque nuestra voluntad de hacerlo.

Que bien recibida es en nuestra vida la bendita llegada de la convicción, esa  que nos exige repetirnos, que SI podemos ir para adelante o para atrás, si es para coger impulso.

Cuando eso ocurre, atención, llegó el momento de psar de puntillas ante aquellas personas que  desean "ayudarnos" con todos "sus" contras, olvidando  todos "nuestros" Pros, sonrío.

Y es que vale la pena poder llegar a decir: Sonreír no es  solo mostrar los dientes, sonreír es mostrar cómo nos sonríe el alma". Hagámosle cosquillas hasta conseguirlo!!!

Vivan los fallos si son de esos que nos invitan a decir: “lo volvería A COMETER, tropezaría mil veces si al final consigo hacer un ALEHOP de lujo.” ;)

Y ahora solo me queda reflexionar sobre ¿Qué pasa si tenemos la gran fortuna de que vivimos algo bueno? Stop... Ufff, eso no merece ni un minuto que perder para saborearlo y susurrarnos que lo bueno tampoco es para siempre, porque podemos convertirlo no en bueno… sino en buenísimo. Sonrío.

¿Y que es para siempre? Alicia en el país de las maravillas preguntaba:  “¿Cuánto es para siempre?Y el conejo le respondía: “A veces, solo un segundo”.

Yo añado: "Hagamos de cada segundo bueno o bonito se convierta en esa eternidad, simplemente viviéndolo y sintiéndolo como tal."

Lo único que ojalá pudiéramos escribir y reescribir es: Te amo y no es para tanto...
es para siempre. Feliz semana a tod@s