Si ya me lo dijeron... esa chica no es trigo limpio, me dice Luis mientras recojo un sobre que acaba de traer "esa chica", sonrío.
Pero Luis... Ufff pobre, le estás colgando un sambenito muy rápido. ¿Pero por qué? Le pregunto esta vez sin sonreír.
¿Por qué? Me pregunta sorprendido... “PORQUE SÍ”, me responde gesticulando un "no sé por qué"... Anda ya!!! Pero ¿Por qué “porque si”? Le pregunto.
"Mira, sabes que te digo, mejor vamos a dejar el tema...", me dice de forma rotunda.
“¿Mejor así verdad ?”... Le afirmó recuperando la sonrisa.
Creo que ahora mismo se quedó sin argumentos...
Es una conversación trivial, sin nada nuevo, pero seguramente a más de uno le resulte familiar y alguna vez hayamos vivido ese "porque si".
Eso me hace pensar en las críticas sobre algo, sobre casi todo y sobre todo de aquellas que son: “PORQUE SÍ…”
Uf, qué miedito me da, cuando las personas podemos criticar, no por lo bueno o malo que "les hemos hecho" sino por lo que "les han dicho".
Y es que la perspectiva CAMBIA pronto cuando el dibujo “pierde perspectiva”.
Lo que es inevitable es estar expuesto a la crítica. Todos sabemos que de toda la vida se dicen refranes como: "medio pueblo critica al otro medio". Y no solo se critica porque algo se haga mal, incluso hasta por hacerlo demasiado bien, simplemente... por eso. Sonrío.
Pero soy de las que pienso que la lluvia no sólo moja sino que puede dibujar un arco iris en el cielo. Sonrío . Y que para vivir con gusto la calma, a veces primero hemos de soportar una buena tormenta.
La crítica puede ser hasta buena y bonita, si se recibe por esas personas que no te critican "porque si", sino que lo hacen para ayudarte.
Mi padre siempre me aconsejó que “no es suficiente ser buena gente, además debes demostrarlo”. Para ir en paz por la vida andando con esa paz, no hay otra que sentir que lo que hacemos es realmente algo bueno, pero no sólo para nosotros sino que además no es malo para los demás.
Ahora me pregunto ¿Cuando es el mejor momento para hacer una crítica?. Si algo tengo claro sobre este tema es que la crítica debe hacerse a tiempo y no dejarse llevar por la mala costumbre de criticar sólo después de consumados los hechos.
Lo importante tal vez, sería comprender que la opinión de los demás sobre nosotros no debe volverse nuestra realidad, ni tampoco que el rencor o la venganza sea nuestra moneda de cambio, ni de intercambio.
Reconozco una vez más que soy defensora del “vive y deja vivir”. No es saludable juzgar la vida de los demás, porque cada uno sabe de su propio dolor y de su propia renuncia. Una cosa es suponer que uno está en el camino cierto y otra suponer que ese camino es el único.
Lo mejor de todo puede ser llegar a la conclusión de reconocer la libertad y el margen que tenemos de aceptar o no las críticas, basándonos si son con fundamento, que en este caso, nos puede servir para corregir o si lo hacen sin él, en ese caso, a veces lo mejor es que nos sirvan para echarnos a reír (Epitecto)
En todo caso, lo más aconsejable es no enfadarse por las críticas, nada de eso de "donde las dan, las tomas", porque de alguna manera estamos reconociendo que las teníamos merecidas.
Vamos a ver, la teoría puede estár bien, sonrío, pero muchas veces, fácil no es. ¿Para que nos vamos a engañar? ante todo somos humanos y para bien o para mal podemos estar tentados a emitir no críticas pero si opiniones críticas.
Vamos a ver, la teoría puede estár bien, sonrío, pero muchas veces, fácil no es. ¿Para que nos vamos a engañar? ante todo somos humanos y para bien o para mal podemos estar tentados a emitir no críticas pero si opiniones críticas.
En este caso es bueno no olvidar antes que “Una murmuración se parece al humo porque se disipa pronto, pero ennegrece todo lo que toca” (Madame de Staël)
Ahora pienso en la importancia de no permitirnos:
Dejar de comer rico porque engorda,
Dejar de amar fuerte por si no funciona
Dejar de arriesgarnos por si falla
Y...
Deja de vivir nuestras ilusiones por "el qué dirán".
Me quedo con no perdernos ni un momento de lo importante, y como decía Groucho Marx: “No estar tan ocupado escribiendo la crítica, que nunca podamos sentarnos a leer el libro”.
Os deseo una semana llenita de momentos para leer la vida... Sonrío
Feliz de que me acompañéis en la mía.