Como me gusta ver llover!!!
Si es que de lo bueno y bonito ni me canso ni deseo cansarme, sonrío.
De niña, cuando llovía, corría a una ventana que daba a los naranjos de casa y me colocaba con la nariz pegada a la ventana para no perderme ni un detalle. Ahora sigo acercándome al cristal y me sigo sintiendo esa niña que busca sensaciones que dan esa paz y alegría que a veces se busca y a veces se encuentra. Sonrío.
Me dice Catalina mientras intentando mantener el equilibrio, me acerca una taza de chocolate caliente. Catalina fue la primera amiga de mi madre y también es la última que sigue aquí. Tiene 90 años pero no quiere reconocerlo, sonrío. Es bajita y frágil, pero tiene esa energía que la hace casi fuerte. Vive en un pueblo pero no hace vida de pueblo. Ella busca en los recuerdos historias bonitas que contar. Ahora se sienta cerquita y encuentra mi mano. Sus huesos me gustan, me acercan a la realidad que transmite y es linda.
"Recuerdo aquel día que tu madre y yo nos hicimos pasar por hermanas" ... Ahora ella me sonríe y mira si yo sonrío ...
Yo también recuerdo esta historia Catalina, le respondo bajito y me oye, pero me encantaría que me la contaras de nuevo. Hoy es un buen día para hacerlo. Y ella inicia su relato mientras yo pienso que es VERDAD de la BUENA eso de que HECHOS son AMORES.
Ella siempre me demuestra que no solo quería a mi madre, sino que por esa razón... también aprendió a quererme a mí y yo le correspondo con algo que he aprendido de ellas y es que "amor con amor se paga".
Inevitablemente esa amistad de Catalina me lleva a pensar en el amor y en los diferentes formas de amar. Tal vez solo sea porque febrero es el mes en el que algunos más que otros, celebran "estar enamorados"... Sonrío.
Reconozco que admiro el “AMOR” en mayúsculas, el que no solo disfrutan los enamorados sino los que están "en amor dados".
Lo bueno es que todos podemos aprender a dar amor porque sí,… sin esperar propinas.
Cuando te das cuenta que realmente “dar es recibir”, ni tan siquiera pasas lista a las ingratitudes ni a las indiferencias, porque no mides tus logros por las "gracias" que recibimos sino por las gracias que hemos aprendido a dar.
Dice Albert Camus que "No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar".
También es muy cierto que a todos nos gusta recibir actos generosos de amor, sobre todo porque nos hace pensar que no nos hemos equivocado,... que aquella persona, aquel amigo, aquel familiar, aquel novio, aquel marido... no solo "nos dice que nos ama sino que es cierto".
Da igual como nos muestren ese afecto, cariño, estima ... todo vale si realmente nos sirve y nos llena.
Siempre he pensado que el que ama no escatima en nada bueno o bonito, porque no hay nada que desee más que "OFRECERLO".
Recuerdo algo que leí: "El verdadero amor no se conoce por lo que exige, sino por lo que ofrece". (Jacinto Benavente).
A veces no me ha gustado ser espectadora de actitudes tal vez injustas. Actitudes ante otras actitudes o decisiones, que lejos de demostrar amor, lo que hacen es provocar dudas sobre si lo es. Y es que realmente AMAR no es solo QUERER sino COMPRENDER.
Hoy pienso en la suerte de saber rodearte de personas que nos aman tal y como somos.
“El verdadero amor no es otra cosa que el deseo inevitable de ayudar al otro para que sea quien es”. (Jorge Bucay).
Es importante para nuestra paz interior y alegría, evitar que nos hagan creer que "nos amen tanto", que incluso intentan querer cambiarnos de forma de ser, sentir, vivir... ;)
Con el tiempo comprendes, que sólo quien es capaz de amarte con todos tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad.
Siempre me ha gustado Xavela Vargas y muy especialmente una de sus reflexiones que dice: "Ama sin medida, sin límite, sin complejo, sin permiso, sin coraje, sin consejo, sin duda, sin precio, sin cura, sin nada…” yo solo añadiría: "pero AMA".
Siempre supe valorar ese amor que se refiere a todo y a tanto. Es tan bueno el saber darlo como el saber recibirlo.
Lo cierto es que la vida a veces te abre esa "luz", que te permite ver las cosas, tal vez con más claridad, o tal vez con menos oscuridad. Vivir el latido de un hospital durante casi dos años, te permite darte cuenta que incluso aquellas personas que rechazan esas muestras de cariño o de amor,... no es porque no lo deseen, simplemente piensan que no se lo merecen o que tal vez que no es auténtico.
Lo cierto es que si aprendemos a darlo así, casi en silencio, casi de puntillas, casi sin querer, .... despacito, va convirtiéndose en una de las mejores medicinas, no solo para curar la soledad ajena, sino para curar la propia.
A veces estamos más solos de lo que pensamos y menos acompañados de lo que quisiéramos estar. Apuesto por ese querer dar y querer recibir, como ese regalo que lo es.
Y es que amar no se compra ni se vende pero si..... se regala y no podemos dejar de abrir ese precioso regalo que nos da la vida.
Creo que tal como decía mi admirada Teresa de Calcuta: "vale la pena regalar amor a quien se lo merece y así lograr que nadie se aleje de nuestra presencia sin sentirse mejor y más feliz".
No esperemos alejarnos de las personas para sentir y comprender la fuerza con las que somos capaces de amarlas. Esta semana apuesto por querer mucho y bonito. Y es que es VERDAD de la BUENA que "eso" no cansa... Sonrío.
Feliz semana a tod@s!!!