lunes, 25 de abril de 2016

Y sin MÁS ni MENOS...


¡Hola María! Dónde vas con esas prisas?“ -le pido sonriendo mientras la veo avanzar directo hacia la salida, con una caja debajo del brazo apoyada en la cintura y el bolso a medio colgar-
Hola y adiós Malena, lo siento pero no estoy para explicaciones.” -me contesta tan rápido que no sé si la he entendido bien-
Carolina,¿tú también hola y adiós?” -le pido a otra compañera de la recepción, ya esperando cualquier cosa-
Ni te imaginas la que se ha armado aquí.” -me adelanta, y sigue en voz bajita-
El jefe le ha pedido un documento y ella se ha puesto en pie y SIN MÁS ni MENOS... lo que has visto.” -me responde Carolina-
Hombre Carolina, sin más ni menos... ¿Algún motivo más debía tener no? O tal vez hoy le había pasado algo en casa y estaba más nerviosilla…” -le respondo-
Pues ni lo sé ni me importa, con lo mío tengo bastante.” -sigue Carolina como si se sintiera hasta aliviada por la partida de María-
No insisto en el tema, me despido de ella y entro al despacho de mi cliente.
Como no soy de preguntar más de lo que a mí me gustaría responder... ni menciono lo que he presenciado y él intenta demostrar que "aquí no ha pasado nada".
A veces la apariencia de normalidad es un alivio para el que vive una situación ajena y que no quiere convertirla en propia.

lunes, 18 de abril de 2016

A otra cosa MARIPOSA


“¿Y como dices que se llama?”
“Miguel, se llama Miguel” -me dice mi amiga que está al otro lado del teléfono-
Por el tono de su voz creo que lo dice con una sonrisa de oreja a oreja ;)
“Uf! cuenta, cuenta” -le digo con esa ilusión que nos provoca que alguien querido la tenga-
“Chica pues que ‘eso’“- me responde ella-
“¿Eso?” -le insisto-
“¿Sabes que no quería ir a la cena?” -me pregunta ella sabiendo la respuesta-
“Pues como no lo voy a saber si te estuve comiendo la oreja intentando convencerte!!!” -le digo mientras me da una risa nerviosa de emoción-
“Ay si, qué pesadita eres a veces…” -me recrimina ella pero sin recriminar-
“Pues que te hice caso y fui..” -me dice ella-.
“¿Y? …” -le pregunto-
“Que resulta que Ana me tenía preparada una cena y de postre una cita ‘medio a ciegas’...” -me responde ella-
“Noooo!!!! Ole ole y olé por Ana! ¿Y?... Sigue! Cuentaaaa” -le digo muy animada-
“Que, que, que, que… eso... hubo un ‘no sé qué, que se yo." -ella me responde- y sigue contando hasta que llega mi pregunta obligada:
“¿Pero tú no decías que nunca jamás te volverías enamorar?”
Ahora es que me parto de risa!  

lunes, 11 de abril de 2016

Ni un PELO de TONT@S


Eso va para rato!!!
Estoy en una sala de espera de consulta médica.
Hay mucha gente.
Aquí sobra tiempo para perderlo.
Me doy cuenta que casi todos cambiamos mucho de posturas, se nota que nos estamos poniendo nerviosos.
Algunos pocos transmiten tranquilidad.
La gran mayoría se muestran molestos con la espera.
A mí  me resulta casi inevitable entablar conversación. Reconozco que me encanta la gente.
Hay una chica en el asiento contiguo de unos veintitantos años que parece muy serena y tranquila, pienso que ella no tiene prisa de entrar. Me hace pensar que no tiene prisa de nada.

lunes, 4 de abril de 2016

El que ESPERA no siempre DESESPERA


Uishh no sé ni qué elegir!!!
Qué ganas tenía de venir aquí.
Estoy con el carro de compra en un vivero de plantas, necesito llenar mi terraza de esa primavera que tanto deseaba.
Voy andando tranquilamente, me paro, me he olvidado las gafas y no distingo si las flores del fondo son petunias.
"¿Me puede dejar pasar?” -me dice una voz grave de hombre ya maduro-
Porque el "que espera desespera"-sigue insistiendo-
Inevitablemente busco de dónde procede la voz, sobre todo para ponerle cara a alguien que pienso que la debe tener un poco "dura".
¿La verdad? que ganitas me han entrado de pegarle un "mordisco".
Menos mal que plaf, me viene a la memoria un vídeo que compartió un amigo, sobre los beneficios de encarar las situaciones tensas o poco fortuitas con una sonrisa.
Así que simplemente me giro y le sonrío.
Sorprendentemente el ME SONRÍE.