lunes, 2 de mayo de 2016

Ale... Venga!!!


Uishhh... ¿Pero donde he puesto el móvil?” -me preguntó mientras está sonando y busco entre las mil cosas de mi bolso-
Voy entrando por la puerta de mi despacho mientras oigo como el teléfono fijo también suena...
Malena, puedes ponerte es el Sr. Puig” -me dice Isabel-
Intento avanzar para coger el teléfono  pero no lo hago, al revés, retrocedo unos pasos para abrir el portero automático que también hace un brrr casi inoportuno, sonrío
Malena, whatsapp…” -me dice Lidia sonriendo mientras aparta unos papeles-  
Alicia pregunta si el alta de los trabajadores está hecha.
Estoy sacando una VILE para comprobar las altas previas.” -añade en su deseo de tranquilizarme-
Isabel interrumpe su merienda para recordarme que llame a Alfonso por un tema de licencia por asuntos propios,  y me apostilla que me ha preparado el convenio laboral para comprobar si ha habido cambios en el sector.
Gracias!!!! por favor me pasas unas galletas?” -le digo con voz de "un poquito de por favor"-
Ahora nos coge esa risa floja de cuando el cuerpo no da para más.
Qué suerte tengo de teneros!!! Si es que sois un equipazo, ¿Qué haría yo sin vosotras?” -les digo a ellas- sonrío.
Ale... venga!!!.... A por todooo y a por todas.


Como me gusta cerrar la puerta del despacho y pensar ufff "agenda cumplida".
Ya sabéis que me encanta poder sacar reflexiones de escenas diarias y aprender de ellas.

Ahora mismo reconozco que me ha hecho pensar en dos cosas muy importantes tanto a nivel profesional como personal :

Una, la gran suerte de tener cerca a personas que nos hagan la vida más bonita. Y pensando en esto me he acordado de algo que me decía mi madre: "dicen que fulanito o menganito ha tenido suerte, y yo pienso que la suerte debe buscarse y conservarse".

Así que de esa reflexión de mi madre viene mi segunda apreciación, y es que cuando tenemos a esas personas, la mejor inversión en felicidad que podemos hacer es "conservarlas".

En el ámbito laboral, que por mi profesión vivo y siento muy de cerca, puedo confirmar que las empresas que tienen a empleados que se sienten queridos y valorados, son los que consiguen más productividad, menos índices de absentismo  y son las que "conservan " a sus empleados mucho más tiempo.

Es un buen comienzo para tener un buen y lejano final, seleccionar o elegir a personas con cualidades no sólo profesionales sino también personales.

Y en cuanto a los empleados, aquellos que saben encarar la vida con positivismo y contagiar optimismo, consiguen que tanto otros compañeros como sus jefes directos, estén más a gusto con ellos y convertir la rutina de ir a trabajar en una buscada cotidianidad.

Lo que también es cierto es que no siempre encontramos la posibilidad de rodearnos de "gente feliz por naturaleza".

Cuando estas personas son muy cercanas, tanto en nuestro entorno laboral como personal, es bueno no hacer la lectura de que estamos condenados a convivir o a coexistir cerca de ellas, sino mejor pensar en las posibilidades de abrir nuevos comportamientos o formas de conducta hacia ellos. Seguro que muchos recuerdan una cita de Albert Einstein que decía "si quieres resultados distintos no hagas siempre lo mismo".


Recordemos que "no es necesaria  una palmadita en la espalda pero si una palmadita en el alma".

Ahora  mismo me acuerdo de una anécdota de la madre Teresa de Calcuta que asistía en calidad de invitada a un evento sobre liderazgo. Ella se subió poco más de 30 segundos al estrado e hizo dos preguntas que hicieron cambiar las conclusiones de los asistentes: “Así que queréis cambiar a la gente. ¿Pero conocéis a vuestra gente? y otra, ¿Queréis a vuestra gente?”.

Hace ya tiempo que aprendí que es muy importante ante todo "querer conocer" a las personas de tu entorno, no suponer ni presuponer que las conoces, sino "interesarte de verdad" por ellas, sus circunstancias y sus problemas. Tal vez así sea más fácil justificar su actitud con nosotros y seamos nosotros mismos los que cambiemos nuestra actitud con ellos.

A veces es tan simple como esto y tan favorable que repercutirá en nuestro bienestar emocional. No pasemos por alto la importancia de que nuestra forma de tratar, apoyar y querer a las personas influye en cómo actuarán con nosotros y con los demás.

Si nos fijamos en algo sencillo como el acto de sonreír, veremos que cuando lo hacemos, en la gran mayoría de veces provocamos un efecto espejo. Si esperamos más sonrisas ... sonriamos más. CONTÁGIATE de una sonrisa y CONTÁGIALE dos o más….

Así pues cuando tenemos la "gran suerte" de estar cerca de estas personas... asegúrate en reconocer y reconocerle este "décimo premiado". A todos nos gusta que nos valoren,  pero no solo es importante valorar a las personas sino también que "se sientan valoradas".

Para eso es muy bueno no escatimar oportunidades para elogiar algo bueno que esa persona te ofrece o te transmite. No se trata de regalar el oído de forma gratuita, pero sí de que si existe un sustento verídico, podemos y casi deberíamos gratuitamente regalar opiniones favorables y animosas.

A veces parece que nos "ponemos colorados" al hacerlo o al recibirlo y simplemente es por falta de práctica y de costumbre. Así que definitivamente apuesto por dedicar un abucheo al hermetismo y al gesto enlatado. No somos ni más débiles ni nos hacemos de menos, por reconocer las virtudes de los demás o saber elogiar sus logros.

Después de ese ratito de reflexión he llegado a la  conclusión de que para "conservar" a esas personas que nos hacen la vida más cómoda, más bonita y nos ayudan a sentirnos más felices, nos puede ser de gran ayuda tres cosas: darles la confianza para sentirse cómodas con nosotros, saber reconocer y transmitirles lo bueno que es tenerles cerca y sobre todo saber agradecerles todo aquello que consideramos que es de agradecer.

Agradecer es un regalo y como tal suele recibirse. El efecto más generalizado de hacer un regalo es el deseo de devolverlo.

Ahora que he aprovechado mi "ratito de recreo" para estar cerca de vosotr@s, me siento con esa bonita energía que me provoca encontraros.


Os deseo una semana llenita de "momentos de patio" para acercaros y disfrutar de toda esa gente maravillosa que tenemos cerca.