“Que no me gusta la paella.” -le dice una niña de unos 7 o 8 años a un señor que está a su lado comiendo un buen plato de arroz -
“¿Pero tú la has probado?” - le contesta el señor con una sonrisa que termina en carcajada-
“Pero ¿para qué voy a probarla? si ya lo sé.” -aclara la niña de ojos azules y flequillo al estilo Mafalda-
“Pues, porque a veces parece que no nos gusta algo y luego resulta que es buenísimo.” -apostilla el señor-
“Mira que eres pesadito abuelo, que noooo me gusta, y además que ‘para gustos... sabores’."-le responde la niña-
“Para gustos… colores” -le rectifica el Señor se girando hacia ella-
Ella le responde: "Si ya lo sé, pero ¿A qué queda mejor sabores?"
Uishh no puedo evitar sonreír, me ha encantado!!!
Y plaf! Ya me tenéis pensando en cuantas cosas en la vida dejamos de hacer porque a simple vista pensamos que no nos gustarán o no son apetecibles?
Qué abanico de posibilidades tenemos al alcance y nos quedamos con las ganas de hacerlo!! Sonrío.
Seguro que a muchos os ha pasado decir algo como: "pensé que no me gustaría, pero me encantó" o "pensé que no me caería bien esta persona " o "anda y si eso parecía aburrido"... y luego al hacerlo, conocerlo o disfrutarlo, pensamos: "y de eso me estaba perdiendo!!!"
Cuando vivimos momentos emocionales que nos provocan sufrimiento o falta de alegría, no deberíamos perder el tiempo en hacer más de lo mismo. Es el momento de buscar las causas que los provocan y esforzarnos en hacer algo diferente para sentirnos diferentes.
A veces es tan fácil y sencillo como darnos la oportunidad de descubrir que no solo hay más colores sino también más sabores. Buscar la forma no sólo de ver la vida con otros cristales sino también aprender a educar el paladar para saborearla intensamente.
Y si es que está claro que cuando lo que has probado hasta ahora no te da buenos resultados... ¿Para qué insistir en ellos?
¿Beneficios? Ayudarnos a que la rutina puede dejar de serlo si aprendemos a buscar en las pequeñas cosas de la vida esa diversidad de formas de vivirlas y sentirlas.
El otro día me crucé con un conocido que se quejaba de que no tenía vacaciones, le sugerí algo que a mí me va muy bien: turistear por mi ciudad y por mi isla. Pero en MAYÚSCULAS. Es decir ponerte ropa y zapato cómodo y del estilo de la que te pones cuando sales de viaje, buscar en Google rutas turísticas, no dejarte las gafas de sol y sobre todo la ilusión por verlo todo desde esa otra perspectiva.
Apuesto por tener una actitud creativa que ayude a andar hacia una pequeña innovación diaria que puede transformar lo que no funciona.
Y para eso deberíamos aprender a actuar no desde la memoria que evoca recuerdos, sino desde la imaginación que invita a vivir de verdad lo que deseamos en nuestra vida.
Cuando lo cotidiano pierde encanto podemos autoregalarnos no hacer más de lo Mismo o simplemente no hacerlo de la misma forma.
Cosas tan simples y cotidianas como cambiar la ruta para ir al trabajo pasando por otros sitios que nos alegren la vista. Añadir nuevos menús a nuestra dieta diaria. Buscar en el armario ropa que tenga color y nos dé luz al llevarla...
Un pellizco de pequeños cambios puede ser un gran pellizco de ilusión.
Pero sobre todo lo que nos hace mucho bien es aprender a querer añadir "aliño" no sólo a los platos sino a la vida y sorprendernos diciéndonos "que rico sabe ahora!!!"
No deberíamos perdernos ni un minuto en desaprovechar oportunidades y ventanas abiertas para asomarnos a otros paisajes, porque es una forma que ayuda a difuminar y a ignorar aquellos otros que no nos han hecho o no nos hacen felices.
Es bueno recordarnos que tal vez sean esos pequeños cambios que nos provocarán grandes resultados.
No perdamos la curiosidad y recordemos sobre todo que nada tarda más en llegar como lo que nunca se empieza. Así que ALEHOP!!!
Os deseo una semana relinda llenita de momentos para descubrir o redescubrir tantas pequeñas cosas que nos dicen " Hola aquí estoy, qué esperas para darte cuenta de ello?" Sonrío. Y no olvidéis que me hace muy feliz teneros aquí en esta ventana un poco mágica que me da la oportunidad de llegar a la vuestra.