
Nuevo día!!!! ALEHOP!!!!
Demasiados días sin escribiros, lo confieso,... os lo confieso, os echaba de menos.
Si es que ya lo decía mi padre, de lo bueno y bonito no nos cansamos, y escribiros me provoca una mezcla relinda de eso, y un subidonnn... de vidilla. Sonrío.
Me pasa algo así en mi isleta, cuando salen un rayos de sol, me lanzo a vivirlos y sentirlos en cualquier terraza o incluso me cojo la toalla y a la playa, sonrío.
Así que en uno de esos días de buscar paz y alegría a las orillas del mar mediterráneo, oí una conversación para todos los públicos entre una madre y una hija.
Hablaban en futuro y de futuro.. Uf eso inevitablemente me hizo prestar atención.. lo confieso, cuando alguien habla de lo que "probablemente será" , pienso en todo lo que la vida me ha enseñado sobre eso. Pienso en las ganas que me dan de decir lo que una amiga argentina dice mientras hace un gesto de roce seco y muy gracioso a su barbilla : "Y yo qué sé... Qué sé yo"...
Pero a lo que iba, yo en la playa con clima de primavera, uf como me gusta el sol en esta época del año, es caldeadito.
Y entonces oigo más o menos esta conversación :
Pero cómo vas a montar un hotel rural en la casa del pueblo de la abuela?
Tú no eres emprendedora...
Mamá yo creo que si solicito una subvención que he visto publicada en el BOIB podría iniciarlo con un poco de esfuerzo.
Pero si tu no sirves para tratar con la gente, si no tienes ese don de gentes que tiene por ejemplo tu amiga Luisa ... insiste la madre
Pero... mamá sí me encanta la gente, ¿como dices eso? Y a las personas les gusta como soy, como las trato...
Tú nunca serás una mujer de negocios... Afirma la madre tan contundentemente que cualquier razonamiento parece irracional, que cualquier "yo pienso que" puede ser atacado con un "qué sabes tú de"...
La niña acepta resignada la victoria de la batalla, pero pasa a dar un silencio por respuesta acompañado de un lenguaje no verbal que delata rabia, decepción, tristeza...
Ahora le diría lo que pienso sobre la rabia, la ira, y es que son emociones muy humanas. Pero como tales, que se atreva primero a identificarlas y aceptarlas, y segundo que cuando eso ocurre, tenga en cuenta que nos pueden distorsionar la percepción de la realidad, .... así que no es el momento para tomar decisiones. Que haga STOP en la conversación. Que se regale distracción, que se vaya a hacer ejercicio, o a leer, o a... lo que sea, algo que le ayude a calmarse y poder ser objetiva.
Será bueno a veces que esa objetividad nos acompañe, para no dejar que el desánimo de los demás nos empañe la mirada.
Debo reconocer que en este momento me posiciono, a veces es inevitable ese plaf humano que nos lleva a opinar interiormente sobre algo que vemos u oímos.
Pero me di cuenta que ese posicionamiento no era estático, y además era bidimensional, porque al final, todo depende del cristal con el que se mire. Sonrío. Y que lo mío es intentar ponerme en los zapatos de los demás.
¿Qué quiero deciros?
Que tuve un primer posicionamiento... empatizo con la hija...
Lo cierto es que pienso que casi todas las personas necesitamos que nos den alguna palmadita en el alma.
Si queremos ayudar a los que queremos a cumplir sus sueños, soñemos con ellos.
No solo es importante decir te quiero si no hacer sentir querido. Y para la gran mayoría de nosotros, sentirnos acompañados en nuestras ilusiones, lo traducimos en hechos son amores y no buenas razones.
Pero a veces por evitar finales infelices dejamos desarmados a esas personas que queremos hacer felices.
A quien le gusta que le digan que no sirve para aquello que tanta ilusión nos hace? ¿Qué suma te provoca que te resten ganas de intentarlo?
¿Qué protección tienes si te sientes desprotegido por los que quieres o admiras?
Cuando era niña y adolescente tuve la gran suerte de que mis padres, que no sabían lo que eran los "feedbacks positivos" ... me los supieron dar. Por eso apuesto una y otra vez por darlos.
Recordemos que los sueños se crean, y para crearlos hemos de creer que podemos hacerlo. Y no hay mayor apoyo para eso que los que deseamos que lo hagan, lo hagan. A nadie le amarga un dulce y que dulce es sentir que ellos nos prestan atención.
Que subidón da cuando estás con un amigo, con tu pareja, con tus seres queridos y te escuchan y no sólo te oyen... Te miran y no solo te ven, te buscan respuestas a tus preguntas y tiran de la cuerda del eslabón de anécdotas y de la lengua para dar ejemplos prácticos de esas otras amistades y personas que consiguieron llegar a esa cima de la montaña donde nosotros intentamos escalar.
Pero si no conseguimos ese apoyo, esa comprensión, deberíamos ser valientes para empezar cada día y para levantarnos las veces que haga falta, hasta conseguir estar en pie observando el paisaje que queremos observar y seguir el camino que hemos decidido tomar.
Seguro que todos hemos oído o leído algo así, " la valentía no es la ausencia de miedo sino la fortaleza de seguir andando a pesar de tenerlo" (Paulo Coehlo). Dejemos protagonismo al coraje que da el sentir el pulso acelerado por un proyecto, por una ilusión, por un amor a...
Pero llegados a este punto de reflexión también comprendo a la madre... Sonrío
Recuerdo que de niña también me decían "el que te quiere bien te hará llorar". Es cierto que dicho así sin paños calientes, ni me gustaba antes ni me gusta ahora, pero con la edad le he dado una nueva interpretación al refrán. No se trata de que literalmente el que te quiera bien te haga llorar, lógico, pero si es cierto que me he dado cuenta que el que te quiere bien, no sólo te "sabrá decir" lo bueno que tienes sino que te pondrá las pilas emocionales, con sus "peros", con ese "que quieres que te diga, no te veo, o no te veo yo", con el "creo que no es el momento", con un "te lo has pensado bien", con un... seguro que vosotros me añadís otros muchos ejemplos más. Sonrío
Y es que deberíamos
valorar a esas personas que nos quieren bien y nos saben cantar las 40 cuando hace falta o mejor dicho, cuando nos hace falta. Porque probablemente, les sería más cómodo soltar un amén o unos varios de ellos, y a otra cosa mariposa.
A estas personas deberíamos agradecerles la molestia de molestarse por nosotros, intentando evitar un fracaso o una caída en el asfalto. Porque eso sí duele, esa caída desde la euforia del pistoletazo de salida, ese desencuentro con lo que pensabas que habías encontrado, esa decepción tardía que desata el fracaso anunciado.
Pero no todo vale, ni todos valemos para dar esos feedback negativos sin ánimo de ofensa.
Así que deberíamos hacer previsión de fondos, para tener una dosis de inteligencia emocional reservada para las grandes ocasiones y diferenciar cuando los feedbacks negativos tienen verdadera intencionalidad positiva de ayuda, de estímulo, de "quiero lo mejor para ti", o solo son pataletas emocionales de una persona que no pudo o no quiso luchar por sus sueños y parece que su único fin es hacerte pensar que tú no puedes hacer más de lo que ellas han decido hacer con su vida. Son como te diría, unos toca oones. Sonrío
En definitiva, que la gran suerte de la vida, es que esta te regale personas auténticas, que sepan darte este toque en el alma cuando lo necesitas, pero que también sepan darte un toque en la chistera para que veas, antes de poner en marcha el espectáculo, que de allí no siempre salen conejos ni flores, solo efectos visuales que nos restan la visión real para decidir entre lo que parece bueno para nosotros y lo que lo es.
Al final los protagonistas de nuestra película somos nosotros mismos mismamente, sonrío, así que confiemos sobre todo en nuestra ilusión, intuición, fuerza y entusiasmo por ese algo que nos lo provoca.
Pero sobre todo revisemos la coherencia entre lo que queremos y lo que hacemos para conseguirlo. No hay resultados sin acción.
Querer casi siempre es poder!!!!!!
Uauu ay madre que tarde se me ha hecho, si es que me pongo delante esta ventana que me une a vosotr@s y pierdo la noción del tiempo, sonrío.
Así que solo me queda un segundin para desearos unos días festivos relindos, y que tengáis todos los feedback positivos y negativos necesarios para que sigáis andando muy bonito.
Y no olvidéis que... se os quiere un montón