jueves, 23 de septiembre de 2021

No esperemos que algo nos sacuda el alma para ... VIVIR



Ya sabéis que me encanta observar esas cosas cotidianas, esas anécdotas, esos chascarrillos de andar por casa, porque de ellos aprendo lecciones de vida. Pues os voy a contar uno en primera persona. 

El otro día estaba tan feliz, había tenido un día disfrutón, de esos que a mi me gustan, de observar cosas muy simples, pero de esas que me parecen tan bonitas... el mar, la naturaleza, sentir esa paz y libertad que me da mi mediterráneo.... Me había sentido en la gloria porque estaba relajada, contenta por nuevos proyectos.... El hecho es que íbamos aplazando la hora de comer, porque deseaba seguir alargando las bonitas sensaciones y emociones que aquel día me estaba regalando... Cuando me senté para comer, miré los platos con devoción, 🙊 y me di cuenta de que tenía un hambre "canina" sonrío. Pero a lo que iba, si es que hay que ver, empiezo a contaros y al final os cuento incluso más de lo previsto... Vuelvo al escenario de la comida. Me apetecía todo, así que me decido a comer y a los pocos minutos.... me atraganto con un trozo de pan, pero atragantar de no poder respirar, ni beber,.... Gracias a Dios que unos golpes bien dados en la espalda y esa tos salvadora me permitió volver a respirar. No es un relato bonito pero creo que en la vida a veces no todo es bonito y para ayudarnos los unos a los otros, es importante recordarnos algunas cosas que si ocurren te das cuenta del el fino hilo entre estar aquí o dejar de estarlo. 
Después de sentir eso, uffffff,  miras a tu alrededor y vuelves a recordarte no una vez más, sino como si fuera la primera vez, la importancia de ser conscientes de la gran suerte de tener un día más para vivir... sentir, querer, para tocar, comer, dormir, oír, oler, hablar,.... AMAR. Sobre todo y ante todo amar, amar a todos nuestros seres queridos, a nuestros hijos, familia, amigos, esposos, parejas, novios... ni por este orden ni por orden. Amar nuestra cotidianidad y amar nuestra ilusiones futuras incontidianas. No esperemos que "algo" nos sacuda para replantearnos si andamos al ritmo adecuado, si el estrés nos limita y nos dirige hacia donde no hay ni tiempo para vivir, sentir, AMAR. Os mando un 🙏 de ❤️a ❤️ y sonrío.